Tecnología, sostenibilidad y experiencia del usuario se combinan en un nuevo modelo de gestión turística que convierte las playas en espacios más seguros, accesibles y eficientes. Las denominadas «playas inteligentes» se perfilan como un elemento diferenciador de peso a la hora de elegir destino vacacional.
En un momento en el que el turismo busca soluciones alineadas con la sostenibilidad, la digitalización y la mejora de la experiencia, las playas inteligentes emergen como una respuesta innovadora. Aunque no existe un distintivo oficial que certifique esta condición —como ocurre con la conocida Bandera Azul—, cada vez más destinos costeros adoptan tecnologías capaces de monitorizar, analizar y anticipar lo que ocurre en su litoral.
Este concepto va mucho más allá de ofrecer WiFi o paneles informativos. Se trata de integrar sistemas avanzados como sensores medioambientales, inteligencia artificial, cámaras con videometría o modelos de predicción meteorológica para gestionar en tiempo real aspectos clave como la ocupación, la calidad ambiental o la seguridad del entorno. Además, estas soluciones permiten optimizar la planificación turística durante todo el año, no solo en temporada alta.
El origen del modelo puede rastrearse en países como Australia, que aplicaron tecnología para detectar riesgos marinos o prever condiciones climáticas adversas. Hoy, este enfoque se adapta a distintos territorios con resultados cada vez más visibles. En la Comunitat Valenciana, por ejemplo, el desarrollo del portal playasinteligentes.es, centrado inicialmente en el municipio de Torrevieja, ha servido como demostración práctica del potencial de estas herramientas.
Detrás de este proyecto se encuentra el Laboratorio Universitario de Turismo Inteligente (TI·LAB), una iniciativa conjunta entre el Ayuntamiento de Torrevieja y la Universidad de Alicante. Este laboratorio, que actúa como plataforma de investigación, formación y experimentación, ha sido clave en el diseño de soluciones que combinan tecnología y conocimiento para transformar el modelo de gestión turística local.
Uno de los desarrollos más destacados ha sido la incorporación de cámaras con inteligencia artificial capaces de detectar en tiempo real el nivel de ocupación de una playa —alto, medio o bajo—, permitiendo a los usuarios planificar mejor su visita y a los gestores tomar decisiones basadas en datos.
Además, en el marco de su línea estratégica Living Lab, el TI·LAB lidera el desarrollo de TWindPRED, un sistema pionero de predicción del viento en colaboración con el CSIC, la Universidad de Valencia y la Generalitat Valenciana. Esta herramienta genera mapas hiperlocales con actualizaciones horarias y cobertura de hasta 12 horas, mejorando la seguridad de actividades al aire libre y la gestión turística en entornos costeros. El proyecto, que refuerza el enfoque participativo al incorporar datos de ciencia ciudadana, representa un avance significativo en la planificación climática local.
Estos avances no solo mejoran la operativa diaria de los destinos turísticos, sino que generan confianza en el visitante, que valora cada vez más aspectos como la seguridad, la accesibilidad o el respeto por el entorno natural a la hora de escoger dónde pasar sus vacaciones.
El TI·LAB, en este sentido, actúa como nodo de innovación en turismo inteligente, fomentando un ecosistema colaborativo entre universidad, administración pública y sector privado. A través de sus líneas estratégicas en formación, I+D+i, emprendimiento y proyectos piloto, Torrevieja se ha convertido en un terreno de pruebas ideal para anticipar el futuro del turismo costero en España.
Más allá del caso concreto, el modelo de playas inteligentes se posiciona como un recurso clave para aumentar la competitividad de los destinos turísticos, diferenciarlos en un mercado cada vez más exigente y responder a los desafíos del cambio climático, la masificación y las nuevas demandas del viajero digital.
El turismo del futuro no solo buscará sol y mar, sino también información, personalización, sostenibilidad y control. Y las playas inteligentes son una respuesta concreta y real a ese cambio de paradigma.
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